
La increible Grace Hooper
1906-1992
La contralmirante Grace Murray Hopper fue una mujer admirable que
acometió los retos de la programación de los primeros ordenadores
obteniendo logros de gran magnitud. Durante su vida, como líder en el
campo de los conceptos de desarrollo de software contribuyó a la
transición desde las técnicas de programación primitivas a la
utilización de sofisticados compiladores. Ella pensaba que el "siempre
se ha hecho asi" no era razón para continuar haciendo las cosas
de la misma manera.
Grace Brewster Murray
nació en Nueva York el 9 de Diciembre de 1906. En 1928, se licenció en
matemáticas y física en el Colegio Vassar e ingresó como profesora de
Vassar. Mientras daba clases en Vassar continuó sus estudios de
matemáticas en la Universidad de Yale, donde obtuvo el título de Master
of Arts en 1930 y se doctoró en 1934. Era una de las cuatro mujeres que
formaban parte del programa doctoral integrado por diez estudiantes y su
doctorado en matemáticas era un título poco común en aquellos tiempos.
En 1930, se casó con
Vincent Foster Hopper. (El murió en 1945 durante la Segunda Guerra
Mundial y no tuvieron hijos). Permaneció en Vassar como profesora hasta
1943, año en el que entró a formar parte de la Reserva Naval de Estados
Unidos par ayudar a su país en los desafíos técnicos que la guerra
imponía. Después de estar en la escuela de Midshipman, perteneciente a
la Reserva Naval de los Estados Unidos, fue destinada al Departamento de
Proyectos de computación de artillería de la Universidad de Harvard,
donde trabajó con los ordenadores Mark en los Laboratorios Cruft. En
1946, la almirante Hopper renunció a su excedencia de Vassar para
convertirse en miembro investigador en ingeniería y física aplicada en
el Laboratorio de Cálculo de Harvard. En 1949, ingresó en la Eckert-Mauchly
Computer Corporation como Matemático adjunto. En 1950, este grupo lo
compró Remington Rand que a su vez, se fusionó con la Sperry Corporation
en 1955. La almirante Hopper se acogió a la excedencia militar de la
Sperry Corporation desde 1967 hasta su jubilación en 1971.
Durante todos los años
dedicados a la enseñanza y a la industria fue asesora y conferenciante de
la Reserva naval de los Estados Unidos. En 1967, después de un retiro de
siete meses, regresó al servicio activo en la Marina como dirigente del
Comando de automatización de datos de la Marina. Después de retirarse de
la Marina en 1986 con el rango de contralmirante, se convirtió
inmediatamente en asesora superior de Digital Equipment Corporation, donde
estuvo trabajando hasta bien entrados sus ochenta años de vida. Murió
mientras dormía, en Arlington, Virginia, el 1 de Enero de 1992.
Durante su ejercicio
profesional en la enseñanza, en la industria y en el ejército se
hicieron patentes sus numerosos talentos. Tenía unas aptitudes técnicas
extraordinarias, era un lince para el marketing, demostró en repetidas
ocasiones su visión para los negocios y la política, y nunca desistió
ante ninguna de sus buenas ideas.
La programación de
los primeros ordenadores.
La perseverancia fue uno
de los rasgos de su personalidad que hizo de ella una gran líder. A su
llegada al Laboratorio Cruft se encontró inmediatamente con el ordenador
Mark I. Para ella, se trataba de un artilugio simpático, parecido a los
despertadores de su juventud; estaba impaciente por desarmarlo y descubrir
como funcionaba. La almirante Hopper se convirtió en la tercera persona
en programar el Mark I. Recibió el Premio al desarrollo de la artillería
de Marina por su precoz éxito en la programación de aplicaciones en los
ordenadores Mark I, Mark II y Mark III.
Como una auténtica
visionaria, Hopper se dio cuenta de que un ordenador sería accesible para
un público mucho mas amplio en el caso de que existieran herramientas que
fueran, fáciles de programar y de utilizar. En la búsqueda de esta
visión, arriesgó su carrera profesional en 1949 para entrar en la Eckert-Mauchly
Computer Corporation y entrar en el negocio de los ordenadores. Allí,
comenzó un nuevo esfuerzo pionero con UNIVAC I, el primer ordenador
digital electrónico a gran escala. Para facilitar sus tareas, la
almirante Hopper animó a los programadores a que recogieran y
compartieran las partes comunes de sus programas. Aunque estas primeras
bibliotecas de código compartidas tenían que copiarse a mano, reducían
el número de errores, el tedio y la duplicación del esfuerzo.
En 1949, los programas
contenían ayudas mnemotécnicas que se transformaron en instrucciones de
códigos binarios ejecutables por el ordenador. Hopper y su equipo
ampliaron sus mejoras en el código binario con el desarrollo de su primer
compilador, el A-O. La serie de compiladores A-O traducía un código
matemático simbólico a un código máquina y permitía especificar el
número de llamadas que se asignaban a las rutinas de programación
almacenadas en cinta magnética. Bastaba especificar el número de las
llamadas de las rutinas deseadas y el ordenador las "encontraba en
la cinta, las llevaba al ordenador y hacía las sumas. Este fue el primer
compilador", según sus propias palabras.
Hopper pensaba que el
principal obstáculo para los ordenadores, en las aplicaciones no
científicas y en las empresas, era la escasez de programadores para
dichas máquinas que distaban mucho de ser de dificil manejo. La clave
para abrir nuevos mundos a la computación era el desarrollo y la mejora
de los lenguajes de programación, lenguajes que pudieran ser entendidos y
utilizados por personas que no fueran expertas ni en matemáticas ni en
ordenadores. Le llevó varios años demostrar que esta idea era factible.
Los primeros compiladores y validación.
En la persecución de su
creencia de que los programas de ordenador podían escribirse en inglés,
Hopper fue mas lejos con el desarrollo del compilador B-O para Univac, mas
tarde conocido como FLOW-MATIC. Se diseñó para traducir un idioma que se
pudiera utilizar para tareas empresariales clásicas, como la facturación
automática y el cálculo de nóminas. Utilizando FLOW-MATIC, Hopper y su
equipo pudieron hacer que el Univac I y II "entendieran"
veinte frases en inglés. Sin embargo, cuando recomendó que todo el
lenguaje de programación se desarrollara utilizando palabras en inglés,
"se le dijo inmediatamente que no podía hacerlo porque los
ordenadores no entendían inglés". Esto sucedió tres años
antes de que su idea fuera finalmente aceptada; publicó su primer
documento compilador en 1952.
La almirante Hopper
participó activamente en las primeras reuniones en las que se formularon
instrucciones precisas para un lenguaje empresarial común. Fue uno de los
dos consejeros técnicos del resultante CODASYL Executive Committee, y
varios de los empleados a su cargo fueron miembros del CODASYL Short Range
Committee, encargados de definir el diseño básico del lenguaje COBOL. El
diseño tenía grandes influencias de FLOW-MATIC. Como declaró un miembro
del Short Range Committee, "FLOW-MATIC era el único lenguaje de
programación orientado a los negocios utilizado en el momento en que
comenzó el desarrollo de COBOL...Sin FLOW-MATIC probablemente nunca
podríamos haber tenido un COBOL". Las primeras instrucciones en
COBOL aparecieron en 1959.
Hopper dedicó gran
cantidad de su tiempo a convencer a los directores de empresas de que los
compiladores de lenguajes en inglés, como FLOW-MATIC y COBOL, eran
factibles. Participó en una demostración pública de compiladores COBOL
realizada por la Sperry Corporation y RCA, donde quedaba probada la
independencia de la máquina. Después de su breve retiro de la Marina, la
almirante Hopper dedicó sus esfuerzos en el estandarizar COBOL y
convencer a toda la Marina para que utilizara este lenguaje de
programación de alto nivel. Con sus aptitudes técnicas, llevó a su
equipo a desarrollar útiles manuales y herramientas COBOL. Con sus
aptitudes discursivas, convenció a directores de empresas de que debían
aprender a utilizarlos.
Otro gran esfuerzo en la
vida de Grace Hopper fue la estandarización de los compiladores. Bajo su
dirección, la Marina desarrolló una seria de programas y procedimientos
para validar los compiladores COBOL. Este concepto de validación ha
tenido amplia repercusión en otros lenguajes y organizaciones de
programación; acabó dando lugar a estándares nacionales e
internacionales y a funciones de validación para la mayoría de los
lenguajes de programación.
Reconocimiento.
La almirante Grace Murray
Hopper recibió gran cantidad de premios y distinciones por sus logros. En
1969, se le concedió el primer Man Of The Year Award en Ciencia
Computacional de la Data Processing Management Association. En 1971, la
Sperry Corporation creó un premio anual en su nombre, como reconocimiento
a los profesionales jóvenes de la programación por su contribución
significativa a la investigación sobre ordenadores. En 1973, se
convirtió en la primera persona de los estadounidenses y en la primera
mujer en ser galardonada con el título de Distinguished Fellow (miembro
distinguido) de la British Computer Society.
Tras cuatro décadas de
trabajar como precursora, Hopper consideró que su mayor contribución
había sido "toda la gente joven que he formado". Fue una
profesora de enorme talento y como conferenciante, siempre estuvo muy
solicitada, en pocos años dio mas de 200 conferencias. En sus discursos a
menudo utilizaba analogías y ejemplos que llegaron a ser toda una
leyenda. En una ocasión presentó un trozo de cable de aproximadamente un
pie de largo y explicó que representaba un nanosegundo, puesto que era la
distancia máxima que la electricidad podía recorrer en un cable en una
billonésima de segundo. Con frecuencia comparó un nanosegundo con un
microsegundo, un rollo de cable de cerca de mil pies de largo, cuando
animaba a los programadores a no perder ni un microsegundo.
Cuando murió, el mundo
perdió una fuente de inspiración para las mujeres y los científicos de
todo el mundo. Su extraordinaria contribución a la investigación sobre
ordenadores, benefició a la enseñanza, a la industria y al ejército. Su
trabajo abarcó los lenguajes de programación, conceptos de desarrollo
del software, la verificación de compiladores y el procesamiento de
datos. Su precoz reconocimiento del potencial de las aplicaciones
comerciales de los ordenadores y su liderazgo y perseverancia en hacer de
esta visión una realidad, prepararon el camino para el procesamiento de
datos moderno.
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Esta historia la he copiado de un folleto de Acucorp, en el cual se puede
encontrar al final, la siguiente aclaración: |
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"Esta historia se ha copiado, con el permiso pertinente, de las actas
para la conferencia de la Grace Hopper Celebration of Women in
Computing 1994" |
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